PRODUCTOR Y REGIÓN
¡La vida bajo los cocoteros!
La plantación Sandalankawa es una plantación familiar histórica que se extiende por 78 hectáreas. Es la única explotación totalmente dedicada a la producción del coco para la fabricación de leche y crema de coco. El 10 % del suelo de esta última está reservado a la plantación de especies de árboles emblemáticas de Sri Lanka. Nishan Nawarathee es el responsable de la explotación de la plantación desde hace ocho años. Está instalado en su región natal, la provincia del noroeste de Sri Lanka, que es una de las zonas clave del triángulo del coco en Sri Lanka. Amante del contacto con la naturaleza y de trabajar en un entorno apacible, decide convertirse en productor de coco. Sus padres poseían una pequeña plantación, lo que probablemente lo ha influenciado para dirigirse a la producción de esta fruta en particular.
En Sri Lanka, el cultivo del coco es ancestral, todos los niños crecen con estas frutas que constituyen la base de la alimentación junto al arroz. Sri Lanka produce coco principalmente para el consumo local. Los productores poseen un saber hacer único famoso en el mundo entero, que se traduce, por ejemplo, en recolecciones más selectivas que tienen lugar 8 veces al año, lo que permite controlar mejor la madurez de las frutas recolectadas.
Nuestras parcelas se sitúan en el «triángulo del coco», con un clima perfecto para conseguir cocos más aromáticos.
Productor experimentado de cocoPRÁCTICAS DE CULTIVO
Al haber crecido en un pueblo en plena naturaleza, es esencial para Nishan Nawarathee estar en armonía con esta. Además de disfrutar de una exposición solar adecuada, el terreno de la plantación, casi plano, está constituido por una arcilla pedregosa entre poco y moderadamente profunda. Para proteger al máximo de humedad durante la plantación de nuevos cocoteros, Nishan y sus equipos utilizan las cáscaras de coco secas así. Después de la extracción de la pulpa, los ponen en contacto con las raíces y por la superficie en torno al nuevo cacaotero. Esto permite también un aporte de nutrimento para el suelo, al ser un excelente fertilizante natural. Las hojas de cocoteros también se utilizan para cubrir los suelos. Estos factores reunidos favorecen un buen cultivo de los cocos facilitando el crecimiento de la raíces y la retención de humedad.
En Sri Lanka, al contrario que en muchos otros países productores, solo recogen los cocos maduros y proceden a la maduración de las frutas durante 30 días al sol. Esta etapa es extremadamente importante para que el agua de coco pueda ser absorbida por la pulpa de coco y otorgarle así su perfil aromático intenso. En la plantación, el equipo de 28 personas a cargo de la recolección dispone de mucha experiencia y saber hacer.
ACCIONES MEDIOAMBIENTALES O SOCIALES
Con el paso del tiempo, Nishan Nawarathee ha observado la degradación de la naturaleza que lo rodea. Consciente de su valor y de su importancia, se esfuerza para mantener prácticas respetuosas con el medioambiente en su plantación. Hoy en día, el 80 % de la energía utilizada para la transformación de los coco procede del uso de biomasa (madera y cáscaras de coco) y el 25 % de la energía procede de paneles solares con los que están equipados. El agua es, evidentemente, un recurso muy importante que hay que proteger, también han puesto en marcha sistemas de recuperación de agua de lluvia en las plantaciones y en la fábrica. El agua tiene un impacto principal en el cultivo del coco, cuando el Monzón es importante, la cosecha de coco del siguiente año será mejor. El periodo del año que corresponde al pico de producción es, generalmente, de abril a julio (que corresponde al periodo del Monzón).
Además, forman parte del programa «tree for life», organizado por el gobierno de Sri Lanka, que consiste en replantar árboles para ampliar las selvas. Los expertos agrícolas gubernamentales definen qué especies endémicas de árboles plantar y en qué zonas específicas.
Además de llevar a cabo acciones para proteger la biodiversidad, Nishan Nawarathee busca aportar un apoyo a sus trabajadores y a la comunidad local. Al estar la plantación en una zona rural, la mayoría de las familias del pueblo trabajan allí y se benefician de ello. Pone en marcha, por ejemplo, programas de ayuda a la escolarización de los niños de los recolectores de 10 a 16 años. Además de las plantaciones de coco, también existe una zona dedicada al cultivo del arroz y a la plantación de frutas y verduras locales, de las que los empleados pueden disfrutar.